Un compuesto natural presente en las aceitunas, el ácido elenólico, ha mostrado ser prometedor como posible tratamiento para la obesidad y la diabetes tipo 2. En modelos de ratones con estas condiciones, investigadores de Virginia Tech descubrieron que, después de una semana de tratamiento, el ácido elenólico redujo los niveles de azúcar en sangre tan bien como, o incluso mejor que el Ozempic.

“Las modificaciones en el estilo de vida y las medidas de salud pública han tenido un impacto limitado en la creciente prevalencia de la obesidad, uno de los principales factores de riesgo para la diabetes tipo 2”, explicó Dongmin Liu, científico de la nutrición de Virginia Tech en conversación con Science Alert. Liu señaló que los medicamentos disponibles para la obesidad son ineficaces a largo plazo, caros y con posibles riesgos de seguridad, lo que motivó su búsqueda de agentes más seguros y económicos.

En estudios anteriores con ratones, el equipo de Liu descubrió que el ácido elenólico promueve la liberación de dos hormonas metabólicas, GLP-1 y PYY, que ayudan a sentir saciedad. Estos efectos fueron observados incluso con una sola dosis de ácido elenólico concentrado.

En su más reciente investigación, presentada en la conferencia NUTRITION 2024 en Chicago, se administró ácido elenólico por vía oral a ratones con diabetes tipo 2 y obesidad inducida por la dieta. Después de solo una semana de tratamiento, los ratones pesaban menos y tenían niveles de azúcar en sangre mejor regulados en comparación con los que no recibieron el tratamiento.

El ácido elenólico mostró un efecto sobre la glucosa en sangre comparable al del liraglutida y mejor que el de la metformina, ambos medicamentos utilizados en el tratamiento de la diabetes tipo 2. “El compuesto parece imitar las condiciones fisiológicas de la alimentación para promover directamente la secreción de hormonas metabólicas intestinales, lo que ayuda a regular el balance energético y la salud metabólica“, añadió Liu.

El ácido elenólico se encuentra en el aceite de oliva extra virgen y las aceitunas maduras, pero puede crearse de manera más económica descomponiendo su precursor, la oleuropeína. Sin embargo, es improbable obtener estos beneficios solo consumiendo aceitunas o aceite de oliva debido a la eliminación de la oleuropeína por su sabor amargo.

Aunque los hallazgos preliminares son prometedores, aún no han sido revisados por pares y se requiere más investigación para confirmar su efectividad y seguridad en humanos.

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