A lo largo de la pandemia, los científicos han buscado desentrañar por qué algunas personas se enferman gravemente de COVID-19, mientras que otras ni siquiera presentan algún tipo de síntoma.
Este viernes fue publicada una investigación que revela la existencia de cinco genes clave que están relacionados con la enfermedad y que aumentan las probabilidades de que las personas tengan síntomas graves, lo cual puede derivar hasta en la muerte del paciente.
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El estudio realizado por la Universidad de Edimburgo analizó el ADN de más de 2 mil personas con COVID-19, quienes estaban en 208 unidades de cuidados intensivos alrededor de Reino Unido, para poder identificar los genes específicos.
Potential treatments for Covid-19 have been identified after the discovery of five genes associated with the most severe form of the disease. Existing drugs that target these genes opens the path to new clinical trials: https://t.co/8xOTluZ6ZY pic.twitter.com/pVW0rI4yZY
— The University of Edinburgh (@EdinburghUni) December 11, 2020
Posteriormente, esta información se comparó con la de más de 100 mil británicos, surgiendo los cinco genes que están involucrados en dos procesos moleculares: La inmunidad antiviral y la inflamación pulmonar. Ambos son cruciales en las manifestaciones más severas de la enfermedad.
“Los hallazgos de estos estudios genéticos nos ayudarán a identificar vías moleculares particulares que podrían ser objetivos para la intervención terapéutica”, sostuvo a BBC la Dra. Vanessa Sancho-Shimizu, genetista del Imperial College de Londres.
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Los expertos detallaron que gracias a esta nueva información se podrá saber qué medicamentos son más efectivos durante el tratamiento de los pacientes con más posibilidades de enfermar gravemente, acelerando los procesos y disminuyendo el riesgo de muerte.
“Las vacunas deberían disminuir drásticamente el número de casos, pero es probable que los médicos sigan tratando la enfermedad en cuidados intensivos durante varios años en todo el mundo, por lo que existe una necesidad urgente de encontrar nuevos tratamientos“, sostuvo el Dr. Kenneth Baillie al medio inglés.
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