Un nuevo estudio internacional liderado por Jon Salmanton-García, de la Universidad de Colonia, reveló que la comunidad científica considera que la influenza es el patógeno más probable de desencadenar una nueva pandemia en un futuro cercano. La encuesta, que será presentada en el congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica e Infectología (ESCMID) en Barcelona, reveló que el 57% de los principales expertos en enfermedades comparten esta preocupación.
Según comentó Salmanton-García para The Guardian, la influenza es constantemente evolutiva y su capacidad para mutar la convierte en una amenaza persistente. Además, cada invierno se presentan brotes de gripe, que podrían considerarse como pequeñas pandemias controladas debido a la virulencia limitada de las cepas. Sin embargo, este control no es garantía de que la situación permanezca así indefinidamente.
El estudio también destaca que, después de la influenza, la próxima causa más probable de una pandemia podría ser un virus aún desconocido para la ciencia, apodado Enfermedad X. Este hallazgo subraya la necesidad de estar preparados para enfrentar amenazas emergentes y desconocidas.
Si bien algunos científicos aún consideran que el Sars-CoV-2, causante de la Covid-19, sigue siendo una amenaza, el estudio resalta que otros microorganismos mortales, como los virus Lassa, Nipah, Ébola y Zika, son vistos como amenazas menos probables para desencadenar una pandemia.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha expresado preocupación por la propagación de la cepa H5N1 de influenza aviar, que ha causado millones de casos en aves de corral y ha comenzado a infectar a especies de mamíferos, como el ganado. Los expertos advierten que, si el virus continúa expandiéndose entre diferentes especies, podría evolucionar hacia una cepa peligrosa para los humanos.
A pesar de la preocupación, los científicos enfatizan que se han desarrollado vacunas contra muchas cepas de influenza, incluida la H5N1. Sin embargo, se necesitaría un esfuerzo logístico considerable para producir y distribuir vacunas a gran escala en caso de una pandemia.
Finalmente, Salmanton-García destaca que algunas lecciones sobre la prevención de la propagación de enfermedades se han olvidado desde el final de la pandemia de Covid-19. El uso de mascarillas y otras medidas preventivas han disminuido, lo que podría aumentar el riesgo de futuras pandemias. Por lo tanto, el llamado es a mantener la vigilancia y continuar con las prácticas de higiene y prevención para evitar futuros brotes devastadores.
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