La ciencia detrás de las citas románticas: ¿Cómo influye el parecido de los rostros en la atracción?

¿Qué te atrae de una persona en una primera cita? Entre la mirada, la sonrisa o los intereses comunes, la clave de un “flechazo” estaría en los rasgos similares del rostro.

Un nuevo estudio podría explicar el por qué (en algunos casos), los opuestos no se atraen.

Los investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) y la Universidad de Stirling (Escocia) pusieron a prueba un “laboratorio de citas rápidas” basado en  682 participantes con rasgos faciales medidos objetivamente, quienes se conocieron en 2.285 rondas de interacciones de solo tres minutos.

Los investigadores realizaron un “laboratorio de citas rápidas” basado en  682 participantes, pero solo incluyeron parejas heterosexuales.

A los concursantes se les pidió que respondieran preguntas sobre las impresiones de sus compañeros para así crear un “promedio facial” con:

 1) promedio facial y atractivo facial calificado

2) masculinidad facial y atractivo facial calificado

3) similitud facial y amabilidad y comprensión calificados

“Descubrimos que los participantes calificaron a las parejas que tenían caras geométricamente promedio y caras similares a las suyas como más atractivas. Los participantes también recibieron calificaciones más altas de atractivo facial de parejas del mismo origen étnico (…)”, explicó en un comunicado Amy Zhao, estudiante de la Universidad de Queensland.

“Curiosamente, las personas con rasgos faciales similares se calificaron entre sí como más amables, independientemente de su origen étnico”, agregó.

El estudio señala que durante las interacciones breves cara a cara, las medidas objetivas de los rasgos faciales, que pueden no ser conscientemente sobresalientes o incluso detectables, “predicen las evaluaciones del atractivo facial y de la amabilidad y comprensión”.

Zhao aseguró que “este es el primer estudio que usa interacciones cara a cara donde los participantes se califican entre sí en persona”.

Para trabajos futuros, los autores sugieren que sería interesante investigar cómo se acumulan estas preferencias faciales cuando se trata de relaciones reales , ya que, como señala el artículo, “dado que no todos pueden satisfacer sus preferencias, las personas deben hacer concesiones”.