A pesar del impacto mundial de la crisis por el COVID-19, la ciencia no se detiene y nos sigue sorprendiendo con cientos de investigaciones.
Esta semana, un estudio detalló que los suplementos vitamínicos no protegen contra una infección grave por SARS-CoV-2, científicos lograron producir un nuevo método que recubre a las vacunas y les permite sobrevivir en altas temperaturas, y la OMS indicó que Ómicron 2 debe considerarse como una variante de preocupación.
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Vacunas ARNm de Moderna
La empresa de biotecnología detalló que tras el éxito que ha representado la vacuna ARN mensajero contra el SARS-CoV-2, esperan replicar este mecanismo con el desarrollo de preparados contra el herpes simple, el virus varicela-zóster y el cáncer.
“Estamos comprometidos a abordar los virus latentes con el objetivo de prevenir las condiciones médicas de por vida que causan con nuestros programas de vacunas contra el ARNm (…). Nuestros equipos de investigación están trabajando en candidatos adicionales de ARNm, que esperamos compartir en el futuro”, detallan.
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Almacenar vacunas en altas temperaturas
Un equipo australiano desarrolló un nuevo método que permite almacenar vacunas -con integridad- durante tres meses en temperatura ambiente y hasta 37 grados centígrados.
La finalidad es recubrir las vacunas tradicionales que se almacenan entre un rango de 2 a 8 ºC o vacunas COVID con tecnología ARNm que se almacenan en temperaturas bajo cero, con la finalidad de mitigar la brecha desigual entre países.
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OMS: Ómicron 2 variante de preocupación
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que debido a que Ómicron 2 o BA.2 es 30% más transmisibles que Ómicron, puede causar una infección más grave que la cepa original, por los que debería ser considerada como una variante de preocupación.
Sin embargo, detallaron que no debe reclasificarse como una variante de coronavirus separada con nombre de letras griegas, sino que debe seguir siendo parte de Ómicron y ser monitoreada de cerca.
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Suplementos vitamínicos vs. COVID-19
Un mega análisis que contó con la revisión de 26 estudios determinó que el consumo de suplementos de vitamina D, vitamina C y zinc no tienen ningún efecto sobre los resultados de mortalidad en los casos graves de COVID-19.
“Mucha gente tiene la idea errónea de que si se carga con zinc, vitamina D o vitamina C, puede ayudar al resultado clínico del COVID-19. No se ha demostrado que eso sea cierto“, indicaron.
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Problemas cardíacos por COVID-19
Investigadores descubrieron que personas que tuvieron una infección por coronavirus tienen más probabilidades de tener síntomas como enfermedad cardíaca inflamatoria, insuficiencia cardíaca, arritmia, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y coágulos a largo plazo.
“Una cosa que fue aleccionadora fue que el riesgo era evidente incluso en personas que tenían una enfermedad muy leve o que no necesitaban hospitalización”, detallaron.
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