El cansancio excesivo relacionado con los temas de crianza es algo que se repite. Se conoce como burnout o agotamiento parental, un concepto que nace desde el ámbito laboral, pero que, a diferencia de un trabajo, es una ocupación a la que no se puede renunciar.
Según el informe de Daniela Oyarzún y Pablo Pérez para el Consorcio Internacional para la Prevención del Desgaste Parental (IIPB) en 2020, Chile tiene la tasa más elevada de este síndrome a nivel latinoamericano. Los datos revelan que el país experimenta un 6% de desgaste parental, una cifra considerable si se compara con otros países de la región, como Ecuador, que registra tan solo un 0,2%.
Además, según el estudio publicado en la Revista de Psicología de la Universidad de Chile, Burnout parental en Chile y género, las madres presentan un desgaste parental significativamente mayor que los padres.
El agotamiento parental tiene cuatro síntomas principales:
- Agotamiento excesivo, tanto a nivel físico, emocional y cognitivo,
- Distanciamiento emocional.
- La pérdida del placer por la crianza.
- La sensación de estar haciendo mal el rol parental.
La académica e investigadora de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez, Josefina Escobar, conversó con el programa Sana Mente, coproducción de nuestro canal, Fundaciones Rassmuss y Grupo CAP, y resaltó la importancia del autocuidado y de reconocer estos síntomas. “Tener espacios para poder conversar sobre esto, sobre lo que nos pasa, sobre lo que sentimos. Sacar este tabú respecto a que uno debiese estar feliz con ser madre o con ser padre, que en realidad no es real… no estamos todo el tiempo felices, no es todo el tiempo, alegría y es una tarea difícil.”
Además, ejemplificó que hay ciertas situaciones que bordean a un adulto a emociones negativas. “Mi hijo no se quiso poner el pijama hoy o no quiere comer las lentejas, pero con un adulto que está agotado, física y emocionalmente, que no es capaz de ver cuál es la necesidad detrás de esta pataleta; es mucho más fácil que se vaya al enojo, al grito o derechamente al maltrato físico”.
Este ejemplo se ve reforzado por el estudio International Investigation of Parental Burnout (IIPB) que, en el contexto de pandemia, concluyó que a mayores niveles de burnout parental existía un mayor riesgo de maltrato infantil. Evidenciado que no solo las medidas de confinamiento agravaban el síndrome, sino también, situaciones cotidianas como no compartir las tareas del hogar.
Te invitamos a ver el siguiente video de nuestro programa Sana Mente, donde la psicóloga e investigadora de Psicología UAI, Josefina Escobar, explica las causas y consecuencias del burnout parental.
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