(CNN) – Dos brotes diferentes en mayo de 2017 de la rara pero mortal toxina del botulismo centró la atención en esta enfermedad potencialmente mortal, que por lo general afecta a cerca de 150 personas al año, en su mayoría niños.
En Sacramento, California, una persona murió y otros nueve fueron hospitalizados después de comer nachos con queso en una gasolinera que estaban contaminados con la toxina, probablemente debido a un calentamiento y almacenamiento inadecuados.
Otra muerte por botulismo ocurrió en el cercano condado de Napa a principios de mayo, según el director de salud pública del condado, el doctor Karen Relucio.
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¿Qué es?
El botulismo es una toxina nerviosa paralizante, considerada una de las sustancias más potentes y letales del mundo. Es producido por la bacteria Clostridium botulinum y a veces por cepas de Clostridium butyricum y Clostridium baratii. Las bacterias en forma de varilla se encuentran comúnmente en el suelo y sedimentos de lagos, ríos y océanos.
Prosperan en condiciones de bajo nivel de oxígeno, como alimentos enlatados, heridas profundas y el tracto intestinal, pero cuando están amenazadas forman esporas protectoras con un revestimiento duro que permite a las bacterias sobrevivir durante años.
La miel contaminada con esporas también ha sido asociada con varios casos de botulismo infantil. Se recomienda no introducir miel en la dieta antes del primer año.
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El peligro no viene de las esporas sino de lo que producen al germinar. A medida que crecen las bacterias C. botulinum, crean ocho tipos de neurotoxinas que son tan mortales, incluso las cantidades microscópicas pueden matar.
Esta toxina nerviosa mortal es también la fuente de botox, una solución cosmética líder para mejorar las arrugas, y para condiciones médicas tales como migrañas y sudoración excesiva. Inyectar cantidades minuciosas y muy diluidas de la toxina en un músculo bloquea las señales nerviosas que indican que el músculo se contrae. Eso debilita temporalmente el músculo, alisando así la arruga o el dolor que causa la contracción.
¿Cuáles son los síntomas?
Debido a que la toxina del botulismo paraliza los músculos, los signos tempranos y clásicos de la enfermedad son los párpados caídos y visión borrosa o doble, boca seca, dificultades para hablar y dificultad para tragar. Si no se trata, puede traer parálisis de los músculos de los brazos, las piernas y el tronco, que afecta la capacidad de respirar.
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Los bebés infectados con el botulismo se alimentarán poco y parecerán letárgicos, tendrán un llanto débil y un tono muscular insuficiente. También pueden estar estreñidos. El botulismo infantil en general ocurre en menores de seis meses.
Esta enfermedad no causa fiebre, y los afectados generalmente están alerta y conscientes de su entorno.
¿Cómo se trata el botulismo?
A menos que de haya una causa clara, como la comida obviamente contaminada, los médicos primero descartan otras enfermedades que pueden imitar los síntomas del botulismo, como el accidente cerebrovascular y la enfermedad de Lyme.
Una vez confirmado el botulismo, puede tratarse con una antitoxina y, en algunos casos, con antibióticos. Si se administra la antitoxina antes de que se complete la parálisis, ayuda a acortar la recuperación, que implica que vuelvan a brotar las terminaciones nerviosas motoras. El paciente puede ser hospitalizado si necesita apoyo como un respirador, durante semanas o meses hasta que mejore la parálisis. En algunos casos, la debilidad muscular y la falta de aire pueden durar años.
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