Beber vino tinto y comer manzanas puede ayudar a mejorar los niveles de presión arterial

La salud del corazón se ha vuelto una prioridad en muchos países del mundo, especialmente a medida que la población envejece. Al respecto, un grupo de científicos encontró un nuevo aliado en la lucha por mejorar los niveles de presión arterial de las personas: los alimentos ricos en flavonoides.

Vino tinto, berries, manzanas y peras son solo algunos de los alimentos mencionados por los especialistas de la Queen’s University Belfast, ubicada en Irlanda, y la Kiel University de Alemania. El consumo de estos productos parece tener un efecto positivo en la presión arterial.

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“El microbioma intestinal juega un rol clave en la metabolización de los flavonoides para mejorar sus efectos cardioprotectores. (…) Estos efectos reductores de la presión arterial se pueden lograr con cambios simples en la dieta diaria“, dijo el investigador principal, Aedín Cassidy.

Could drinking wine and tea improve your heart health?

Our researchers have found a link between gut microbiome and flavonoid-rich foods, which suggests that simple changes to your daily diet could help lower blood pressure.@QUBIGFS | #LoveQUB

— Queen's University Belfast 🎓 (@QUBelfast) August 23, 2021

Los científicos llegaron a esta conclusión luego de analizar a más de 900 personas de Alemania, cuyas edades fluctuaban entre los 25 y 82 años. El equipo evaluó la ingesta de alimentos, el microbioma intestinal y los niveles de presión arterial junto con otros fenotipos clínicos y moleculares.

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En los exámenes, los participantes que tenían la mayor ingesta de alimentos ricos en flavonoides, incluidas berries, vino tinto, manzanas y peras, tenían niveles más bajos de presión arterial sistólica, así como una mayor diversidad en su microbioma intestinal, versus quienes consumían los niveles más bajos.

“La investigación adicional debe centrarse en la variabilidad interindividual en el microbioma intestinal para mediar los efectos cardiovasculares de los alimentos ricos en flavonoides”, señalaron los autores en su reporte publicado en la revista científica Hypertension.