Después de que dos operaciones de corazón no pudieran corregir una válvula cardíaca con fugas relacionada con su cardiopatía congénita, su equipo quirúrgico tuvo claro que Easton necesitaría un corazón nuevo. Pero el trasplante requeriría que Easton tomara medicamentos inmunosupresores durante el resto de su vida para que su cuerpo no rechazara el nuevo órgano.
Ivy Sinnamon sostiene a su hermano, Easton, que necesitó un trasplante de corazón debido a una enfermedad congénita.
Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de cáncer y ser tóxicos para los riñones, además de hacer que los pacientes sean más susceptibles a infecciones graves.
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Después de que dos operaciones de corazón no pudieran corregir una válvula cardíaca con fugas relacionada con su cardiopatía congénita, su equipo quirúrgico tuvo claro que Easton necesitaría un corazón nuevo. Pero el trasplante requeriría que Easton tomara medicamentos inmunosupresores durante el resto de su vida para que su cuerpo no rechazara el nuevo órgano.
Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de cáncer y ser tóxicos para los riñones, además de hacer que los pacientes sean más susceptibles a infecciones graves.
Pero los médicos se encontraron con otro problema mientras Easton esperaba el trasplante de corazón. Tras repetidas infecciones, las pruebas posteriores revelaron que tenía una deficiencia en un tipo específico de célula del sistema inmunitario llamada célula T. Las células T maduran en el timo, un órgano situado delante del corazón.
La función inmune deficiente de Easton significaba que su cuerpo no producía naturalmente células T, que también suelen ser responsables de que el cuerpo rechace y ataque un órgano trasplantado cuando no lo reconoce.
“Fue una casualidad que Easton necesitara un trasplante de corazón y que, además, tuviera una función inmunológica muy pobre”, dijo el Dr. Joseph Turek, jefe de cirugía cardíaca pediátrica de la Universidad de Duke y miembro del equipo quirúrgico de Easton, en una conferencia de prensa el lunes.
Esto hizo que Easton fuera candidato a una novedosa cirugía para recibir tanto un nuevo corazón como un timo procesado del mismo donante. Esta combinación de procedimientos nunca se había realizado en un ser humano.
Para los padres de Easton, Kaitlyn y Brandon Sinnamon, la decisión de someter a su bebé a un procedimiento tan crítico no fue fácil, sobre todo teniendo en cuenta los riesgos que conlleva la cirugía de trasplante. Cuando la segunda operación de Easton fracasó, Turek discutió las opciones con los Sinnamon.
“Creo que una de las cosas que más se nos quedó grabada es que nos dijo: ‘Quiero devolverles a su hijo, y la única forma de hacerlo es mediante un trasplante'”, dijo Kaitlyn Sinnamon a CNN. “Si funciona, no solo ayudará a Easton, sino que también ayudará a millones de personas. Y además, logramos marcar una gran diferencia. Y si no funciona, al menos lo intentamos‘”.
Según Turek, la Universidad de Duke es el único lugar del hemisferio occidental que realiza trasplantes de timo cultivados, en los que las células del timo del donante se incuban y crecen en un laboratorio antes de ser implantadas en el receptor.
Easton Sinnamon cuatro días después de la operación de trasplante.
En un sistema inmune sano, las células inmunitarias inmaduras entran en el timo, donde aprenden a identificar lo que es “propio” y lo que es extraño. El proceso de cultivo del timo elimina cualquier célula inmunitaria madura del donante, dejando un andamio de timo para que el receptor desarrolle sus propias células inmunitarias.
“La idea de que el timo crezca en el mismo entorno que el nuevo órgano trasplantado es lo que le permite reconocerlo como ‘propio’. Si solo se utilizara el timo y no se cultivara, habría células que lo empezarían a rechazar”, dijo Turek a CNN.
La inmunodeficiencia de Easton significaba que podría desarrollar un aspecto de su sistema inmunitario, las células T, al tiempo que su cuerpo se acostumbraba a su nuevo corazón. Este doble trasplante del mismo donante podría incluso eliminar la necesidad de una peligrosa medicación inmunosupresora de por vida.
En agosto, a los 6 meses de edad, Easton recibió su trasplante de corazón y comenzó a tomar la medicación inmunosupresora. Dos semanas más tarde, después de que las células del timo del donante completaron su proceso de cultivo, también se le implantó el timo.
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“Es agridulce estar emocionado por que tu hijo reciba un trasplante, porque puedes traerlo a casa, pero otra persona está perdiendo el suyo”, dijo Sinnamon.
Poco después de la operación, Easton salió de la unidad de cuidados intensivos, lo que indicó a sus padres que se estaba recuperando bien.
Seis meses después del trasplante, las pruebas demostraron que el nuevo timo de Easton estaba desarrollando adecuadamente las células T y que su cuerpo no había rechazado su nuevo corazón. Estos resultados son prometedores, y el equipo médico de Easton espera retirarle la medicación inmunosupresora en un año si las pruebas confirman que sus células T reconocen su corazón trasplantado como propio.
“La idea de poder recibir un trasplante y no tener que tomar estos medicamentos es realmente un punto de inflexión para los pacientes con órganos trasplantados“, dijo Turek a CNN.
Un miembro del equipo de trasplantes de Duke sostiene el tejido del timo del donante.
Turek también dijo que el éxito de este procedimiento podría significar que el corazón trasplantado pueda vivir más tiempo.
En la actualidad, los corazones trasplantados suelen sobrevivir solo entre 10 y 15 años debido a pequeños episodios de rechazo en los años posteriores a la intervención. Normalmente, estos episodios pueden tratarse aumentando la dosis de medicación inmunosupresora, pero con el tiempo pueden arruinar la integridad del corazón. Por eso, crear un sistema inmunitario tolerante al trasplante de corazón podría aumentar la durabilidad de ese corazón.
Turek considera que esto abre la puerta al futuro de la medicina de trasplantes. El siguiente paso es probar si este procedimiento podría tener éxito en alguien con un sistema inmunitario sano que necesite un trasplante de órganos.
“Creo que si eso sucede, ésta será la forma en que se realicen la mayoría de los trasplantes en el futuro, y eso será para todos los órganos”, dijo Turek a CNN.
Sin embargo, las células T constituyen solo una parte de la respuesta del sistema inmunitario a los órganos trasplantados, señaló la doctora Reshma Biniwale, profesora asociada de cirugía cardíaca y directora de trasplantes cardíacos pediátricos de la UCLA.
“Tendría muchas dudas a la hora de decir que el niño estará completamente libre de toda supresión inmunológica, porque esta técnica solo se ocupa de las células T, de las células tímicas”, dijo Biniwale, que no participó en la cirugía de Easton. “La inmunidad también está mediada por los anticuerpos de las células humorales, que requieren un mecanismo de supresión inmunológica completamente diferente”.
Las células B, también conocidas como células humorales, son un tipo de células inmunitarias que fabrican anticuerpos y se producen en la médula ósea.
“Esto puede ser una gran solución a corto plazo, pero no proporciona una solución de por vida”, dijo Biniwale a CNN.
Todavía no está claro si este procedimiento sería viable en un paciente adulto, según Turek, porque el timo se encoge a medida que la gente envejece y la médula ósea pasa a ser responsable de fabricar células T.
“Esa es una de las cosas que estamos estudiando en el laboratorio, así como averiguar cuál es la edad adecuada de los donantes. Creemos que probablemente se encuentre en algún punto de la edad adulta temprana en el que todavía se disponga de un timo viable para el trasplante”, dijo Turek.
Easton Sinnamon es ahora un niño feliz y animado de un año.
Existe incluso la posibilidad de que los trasplantes de timo cultivado acompañen a los xenotransplantes, que es cuando se trasplantan órganos de animales a humanos.
Un hombre que fue el primero en recibir un trasplante de corazón de cerdo modificado genéticamente murió el martes, dos meses después de su intervención. Turek afirma que un trasplante de timo cultivado podría eliminar la necesidad de altas dosis de la medicación inmunosupresora que el hombre necesitaba.
Siete meses después de sus propias cirugías, Easton celebró su primer cumpleaños y “está prosperando en casa”, según Sinnamon.
“Cuando lo trajimos a casa, ni siquiera podía sostener la cabeza. Tuvimos que llevarlo en brazos como si fuera un recién nacido, y ahora camina por la casa y se ríe y juega con su hermana en el suelo”, dijo. “Si lo miraras ahora, no tendrías ni idea de que pasó por todo lo que pasó”.
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