En un ingenioso esfuerzo por mejorar la salud auditiva de los escolares, dos especialistas chilenos han lanzado Audionautas, una clínica móvil con forma de nave espacial que ofrece servicios de otorrinolaringología directamente en los colegios.
Con un ambiente divertido y acogedor, Audionautas ya ha realizado más de 500 atenciones, evitando que los estudiantes pierdan clases y facilitando la detección temprana de problemas de salud.
Equipado con tecnología avanzada, Audionautas realiza pruebas auditivas y consultas médicas en un entorno acondicionado para simular una nave espacial. La clínica cuenta con autorización sanitaria para procedimientos ORL invasivos y posee dos cámaras silentes y un box médico, lo que garantiza condiciones de diagnóstico óptimas comparables a las de un centro de salud.
La idea, desarrollada por la enfermera Macarena Castro y el médico otorrino Jorge Caro, se enfoca en la prevención y tratamiento de problemas auditivos en niños. “Nuestra clínica permite a los colegios ofrecer servicios médicos sin que los estudiantes deban ausentarse de sus clases, ahorrando tiempo y dinero a las familias,” explica Caro.
Estudios nacionales en Chile indican que el 15% de los preescolares tiene problemas auditivos, y el 12% presenta hipoacusia. Sin embargo, muchos niños solo reciben atención especializada cuando tienen un problema urgente. Audionautas facilita un control auditivo y diagnóstico oportuno, esencial para evitar retrasos en el aprendizaje y el desarrollo.
El proyecto nació de la experiencia de sus creadores en el Programa de Servicios Médicos del Área Otorrinolaringológica de la JUNAEB. “La infraestructura en los colegios a menudo no es adecuada para consultas médicas, lo que nos llevó a diseñar esta clínica móvil,” comenta Castro.
Tras un exitoso piloto en el colegio José María Caro de La Pintana, Audionautas ha ampliado su alcance. En colaboración con la Corporación Municipal de Pudahuel, la clínica resolvió una lista de espera de 450 pacientes en tres meses, realizando más de 400 atenciones médicas y 351 audiometrías. Este enfoque ha demostrado ser eficiente, liberando recursos y tiempo en centros de salud locales.
“La reacción de los niños al ingresar a nuestra ‘nave espacial’ es increíble. Es gratificante ver su felicidad y saber que estamos haciendo una diferencia en su salud y su educación“, concluye Castro.
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