Atrasar el tratamiento contra el cáncer sólo 4 semanas aumenta el riesgo de muerte en un 10%

Retrasar el tratamiento contra el cáncer en tan sólo 4 semanas incrementa el riesgo de muerte en hasta un 10%, de acuerdo a una nueva investigación que demuestra el devastador impacto del atraso que provocó la pandemia en tratamientos oncológicos alrededor del mundo. 

A comienzos de este año, Ajay Aggarwal de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, estimó que los atrasos en diagnósticos causado por las medidas de cuarentenas y cambios en el comportamiento de los pacientes como resultado del COVID-19 podría resultar en 3.500 muertas que podrían haber sido evitadas sólo en Inglaterra por culpa del cáncer. 

Aggarwal junto a sus compañeros indagó en estudios que hablaban sobre el retraso de tratamientos en personas con cáncer de vejiga, mama, colon, recto, pulmón, cérvix, cabeza y cuello a través de los últimos 20 años. 

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Con el resultado de 34 estudios que involucraron a más de 1,2 millones de pacientes, el equipo descubrió que atrasar cirugías, radioterapias o tratamientos por medicamentos en tan sólo 4 semanas podría tener un impacto devastador.

El estudio publicado en la revista British Medical, sugiere que el riesgo de muerte aumenta en proporción al tiempo de retraso en los tratamientos. 

Un número sin precedentes de pacientes de cáncer perdieron tratamientos, pruebas de diagnóstico y citas con el doctor mientras la pandemia se desarrollaba, de acuerdo a información del NHS de Inglaterra, y el tiempo de espera para tratar etapas cruciales del cáncer aumentó enormemente durante las cuarentenas. 

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“Creo que no nos habíamos dado cuenta del impacto en atraso de tratamientos hasta ahora. Este estudio nos cuenta que no hay periodos de atrasos seguros para tratar diferentes tipos de cáncer”, aseguró Aggarwal para The Guardian. 

En el caso de las cirugías, cada atraso de 4 semanas estuvo asociado con un aumento del 6 al 8% de muerte en todos los tipos de cáncer, y para un retraso en la radioterapia para cabeza y cuello se asoció con un 9%.

Mientras que dejar de lado los tratamientos de medicamentos de cáncer colorrectales estuvo asociado con un aumento del 13% en la fatalidad de la enfermedad.