La administración de Joe Biden está siendo fuertemente criticada por expertos debido a su manejo de la pandemia. A diferencia de países como Chile, cada estado puede implementar sus medidas contra el COVID-19.
Mientras la Casa Blanca tuvo varios casos de coronavirus y optó por evitar almuerzos, el estado de Florida puso fin al mandato del uso de mascarillas.
Si bien la pandemia ha provocado un amplio número de muertes en todo el mundo, los casos de niños han sido menores en comparación de los adultos.
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En una editorial escrita por el jefe de la revista líder Science, Holden Thorp instó en la necesidad de generar más investigación sobre los impactos en la salud pública de la propiedad de las armas para avanzar en un cambio de la política.
“El COVID-19 se encuentra en un lugar similar al de la pandemia mundial del VIH/SIDA cuando llegaron los medicamentos antirretrovirales. Los científicos no deben quedarse al margen y ver a otros luchar contra esto”, dijo.
Thorp habló sobre el control de armas y el último tiroteo escolar ocurrido en Texas hace algunos días, donde más de una decena de niños murieron.
Esto porque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) detallaron que, en total, unos 4.368 niños y adolescentes de hasta 19 años fallecieron a causa de armas de fuego en 2020. Una tasa de 5,4 por cada 100 mil personas.
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Pero en 2021 ocurrieron 149 tiroteos en colegios estadounidenses, registrando una media de un caso cada tres días y al menos un niño muerto a la semana.
Para los expertos, esto muestra datos relevantes porque en plena pandemia la violencia armada aumentó considerablemente por “razones que aún no están claras”. Postura apoyada por New England Journal of Medicine (NEJM en sus siglas en inglés) que manifiesta que, ahora, las armas son las responsables numeró 1 de la muerte infantil en Estados Unidos.
Los datos detallan que:
- Los hombres tienen seis veces más de probabilidad de morir por un arma que las mujeres
- Los niños y adolescentes negros tienen una probabilidad de más de 4 veces de morir que los niños blancos
- La capital, Washington, tiene la tasa de mortalidad más alta, seguido por el estado de Luisiana y luego Alaska.
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