Como una gripe: Análisis global sugiere que COVID-19 es estacional

En medio de los crecientes números de casos positivos por COVID-19 y la implementación de cierre de ciudades en ciudades de todo el mundo, ¿podría ser que la estacionalidad parcialmente culpable?

Una nueva investigación de la Universidad de Illinois dice que sí. El artículo publicado en la revista Evolutionary Bioinformatics indica que los casos de coronavirus y las tasas de mortalidad en 221 países, entre otras métricas epidemiológicas, están significativamente correlacionadas  con la temperatura y la altitud. 

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El autor principal del estudio y profesor del departamento of Crop Sciences, Gustavo Caetano, explica que “una conclusión es que la enfermedad puede ser estacional, como la gripe. Esto es muy relevante para lo que deberíamos esperar a partir de ahora después de que la vacuna controle estas primeras oleadas de COVID-19″.

La naturaleza estacional de las enfermedades virales ya es parte del conocimiento de la población. Por ejemplo, cuando se habla de la temporada de influenza, se refiere que durante los fríos meses de invierno las personas deben tener más cuidado y vacunarse para no contagiarse.

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El equipo analizó los datos del 15 de abril de 2020, momento determinado en que la variación de temperatura estacional es máxima en todo el mundo, y utilizaron métodos estadísticos para comprobar si las variables epidemiológicas tienen una correlación con la temperatura, latitud y longitud.

Los resultados indican que los países más cálidos, más cercanos a la Línea del Ecuador, serían los menos afectados por la enfermedad.

Sin embargo, los investigadores indican que es principal factor de contagio, es como el propio sistema inmunológico es responsable de la estacionalidad. Esto quiere decir que la respuesta inmunológica a la gripe se ve influenciada por la temperatura, el estado nutricional y la vitamina D, ya que durante el invierno no se produce suficiente vitamina.