Un grupo de científicos descubrió que trasplantar la microbiota de personas con Alzheimer a ratas de laboratorio sanas, provocó que los animales desarrollaran los síntomas de la enfermedad. El sorprendente resultado de la investigación podría abrir paso a nuevos tratamientos en contra de la enfermedad neurodegenerativa, estableciendo una relación sólida entre la flora intestinal y la peligrosa enfermedad.
El estudio fue una colaboración internacional dirigida por la profesora Yvonne Nolan del Centro Investigativo del Microbioma APC de la Universidad College Cork.
Al respecto, la investigadora aseguró a través de un comunicado “las personas con Alzheimer son normalmente diagnosticadas luego de presentar síntomas cognitivos, lo que ya podría ser demasiado tarde para desarrollar un tratamiento. Entender el rol de la microbiota durante la etapa temprana de la demencia, podría abrir nuevos caminos para el desarrollo de tratamientos más efectivos“.
Comprobando la relación entre la microbiota y el Alzheimer
Según reportó IFLScience, el equipo reclutó a 69 pacientes con Alzheimer y un grupo de control conformado por 64 personas, tomando muestras fecales y de sangre de los participantes. Luego, las muestras de deposiciones fueron preparadas para trasplantar su microbiota a ratones de laboratorio.
10 días después, los expertos recolectaron muestras intestinales, cerebrales, fecales y de sangre de los ratones para ver el impacto que tuvo el procedimiento en sus sistemas. Los resultados fueron claros: los animales de laboratorio presentaron la misma inflamación intestinal que los pacientes con Alzheimer, presentando también dificultades cognitivas asociadas con la demencia.
“Las pruebas de memoria que realizamos indagaban en el crecimiento de nuevas células nerviosas en la región cerebral del hipocampo. Observamos que los animales a los que les implantamos la microbiota de personas con Alzheimer producían una menor cantidad de dichas células, desarrollando problemas de memoria“, agregó Nolan.
Finalmente, Sandrine Thuret, una de las colaboradoras del estudio afirmó que “el Alzheimer es una condición peligrosa y todavía no hay tratamiento para curarlo. Este estudio representa un paso importante en nuestra comprensión de la enfermedad, confirmando que la microbiota cumple un rol en el desarrollo de la enfermedad“.
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