En la vorágine de la vida diaria, es fácil caer en la tentación de alimentos que ofrecen conveniencia pero que, al mismo tiempo, pueden representar un riesgo para la salud. El término “ultraprocesado” ha ganado relevancia en este contexto y, según el médico brasileño Carlos Monteiro, quien lo acuñó en 2009, estos productos van más allá de simples golosinas.
El concepto abarca desde cereales de desayuno hasta donas, papas fritas y bebidas gaseosas carbonatadas. Lo que comparten estos productos es su clasificación como ultraprocesados, una categoría que va más allá de la combinación de grasa, azúcar y sal.
Estos alimentos, industriales por naturaleza, contienen una amalgama de aditivos, desde colorantes hasta saborizantes y edulcorantes, en un intento de imitar los sabores auténticos de la comida real. A primera vista, esto podría parecer inofensivo, pero el problema va mucho más allá de la falta de autenticidad. Mira más en el video.
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