Alrededor del 3% de los bebés nacen con alergia al maní, lo que plantea un grave problema para los padres que intentan evitar reacciones adversas, especialmente cuando comienzan a caminar y se meten cosas en la boca.

A través de una serie de estudios, un equipo del Instituto de Investigación Infantil Murdoch (MCRI) de Australia ha estado explorando tratamientos potenciales que combinan probióticos con lo que se conoce como inmunoterapia oral.

El probiótico en cuestión es una bacteria llamada Lactobacillus rhamnosus, que se puede encontrar en el yogurt y productos lácteos, mientras que la inmunoterapia oral consiste en dar a los niños alérgicos pequeñas dosis de proteína de maní cada día, aumentando gradualmente la dosis diaria para desarrollar su tolerancia.

Esto demostró ser muy efectivo en un ensayo que involucró a más de 60 niños, con resultados publicados en 2015 que muestran que el 82% de los menores tratados pudieron comer maní de manera segura unas semanas después de la finalización de la terapia.

Lee también: ¡No más alergias! Científicos modifican el trigo y maní para evitar shocks anafilácticos

La verdadera pregunta era si estos resultados son duraderos, y un estudio de seguimiento publicado en 2017 reveló que el 80% de los sujetos que habían desarrollado tolerancia al maní todavía podían comer la proteína regularmente sin problemas.

En su último estudio, los científicos reclutaron a 201 niños de entre uno y diez años, teniendo como fin explorar si la combinación del probiótico con la inmunoterapia oral otorgaba algún beneficio en comparación con la inmunoterapia sola.

Después de 18 meses de tratamiento, los científicos encontraron que el 46% de los que recibieron el tratamiento combinado habían eliminado los síntomas a causa de la enfermedad, al igual que el 51% de los niños que recibieron inmunoterapia oral sola.

Lee también: Una respuesta inmune exagerada: Estudio asegura haber identificado el tipo de célula que provocaría la alergia al maní

“Los resultados muestran que la inmunoterapia oral con maní en dosis altas brinda un beneficio significativo a los niños tratados”, dijo la líder del equipo, la profesora Mimi Tang. “Después de 18 meses de tratamiento, el 74% de los niños que recibieron la inmunoterapia oral toleraron aproximadamente una porción estándar de maní, equivalente a un paquete de dulces de maní, el 51 % logró la remisión clínica y pudo suspender el tratamiento por completo”.

Cuando se trató de combinar la inmunoterapia oral con el probiótico, el equipo encontró que no tuvo un gran efecto en la efectividad general, pero sí pareció conducir a menos complicaciones, particularmente en sujetos más jóvenes.

“La adición de un probiótico no mejoró significativamente la eficacia en comparación con la inmunoterapia oral, sin embargo, pareció mejorar la tolerabilidad del tratamiento, con menos síntomas gastrointestinales, especialmente en niños de entre uno y cinco años”, dijo Tang sobre el estudio.

Lee también: Estudio asegura que los suplementos de vitamina D y aceite de pescado ayudan a prevenir enfermedades autoinmunes

Tang añadió que “comenzar el tratamiento temprano parece aumentar las posibilidades de lograr la remisión y los niños en edad preescolar son especialmente vulnerables, por lo que un tratamiento que causa menos efectos secundarios brinda una ventaja importante”.

Tags:

Deja tu comentario


Estreno

Martes / 22:30 / CNN Chile