Adolescentes con una imagen corporal negativa tienen más probabilidades de sufrir depresión cuando adultos

Durante la adolescencia una gran cantidad de cambios ocurren, tanto física como mentalmente, representando grandes desafíos para los jóvenes. La imagen corporal propia puede ser afectada por los estándares que la sociedad tiene respecto a cómo debería ser un cuerpo.

Un grupo de investigadores británicos decidió realizar un estudio el cual demostró que tener una imagen corporal negativa durante la adolescencia amenaza la salud mental, ya que quienes estaban insatisfechos con sus cuerpos tendían a sufrir de depresión cuando adultos.

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El estudio fue publicado en la revista científica Journal of Epidemiology & Community Health y para llegar a estos resultados, los expertos estudiaron a 3.753 adultos jóvenes nacidos en el oeste de Inglaterra en 1991 y 1992.

Cuando los participantes tenían 14 años, calificaron su satisfacción con su peso, figura, constitución corporal, estómago, cintura, muslos, glúteos, caderas, entre otros. Asimismo, cuando los voluntarios tenían alrededor de 18 años, se les evaluó sus síntomas de depresión y la gravedad.

El peso y la figura fueron las angustias más comunes. El análisis inicial arrojó que el 32% de las niñas y el 14% de los niños estaban insatisfechos con su peso, mientras más del 27% de las niñas y casi el 14% de los niños estaban descontentos con su figura.

La segunda parte de la investigación reveló que las niñas que estaban descontentas con sus cuerpos a los 14 años tuvieron episodios depresivos leves, moderados y graves a los 18, mientras que los niños tuvieron episodios depresivos leves o moderados.

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“La imagen corporal abarca sentimientos y pensamientos sobre muchos aspectos de la apariencia más allá del peso (…) Si bien alguien puede considerarse tradicionalmente atractivo, aún puede sentirse inadecuado e incómodo con su cuerpo porque no se ajusta a los ideales de apariencia”, sostuvo una de las autoras del estudio.

Asimismo, los investigadores manifestaron que el acceso a Internet, la tecnología y las redes sociales están provocando una “insatisfacción corporal” en los llamados millennials, es decir, aquellos que nacieron entre 1981 y 1997.