¡A darles amor! Acariciar regularmente a un perro puede reducir la ansiedad en estudiantes estresados

A causa de la educación a distancia muchos estudiantes de todo el mundo han pasado por momentos difíciles y de mucho estrés. Ahora, expertos de la Universidad Estatal de Washington (WSU) descubrieron que los perros pueden ayudar a reducir significativamente la ansiedad en ellos y ellas.

El equipo de científicos estadounidenses detalló que acariciar regularmente a un perro de terapia puede no solo disminuir los niveles de ansiedad en los estudiantes estresados, sino que, también, mejorar sus habilidades de pensamiento y planificación.

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“Esta investigación muestra que los enfoques tradicionales de manejo del estrés no son tan efectivos para este grupo en comparación con los programas que se enfocan en brindar oportunidades para interactuar con perros de terapia”, sostuvo en un comunicado Patricia Pendry, profesora de la WSU.

El estudio duró tres años, en los cuales diferentes grupos de estudiantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres programas de manejo del estrés de la WSU, los que tenían diversas combinaciones de interacción humano-animal y manejo del estrés académico.

Tras ello, el equipo encontró que quienes estaban en mayor riesgo e interactuaban con los canes tenían grandes mejoras en habilidades claves en la educación, tales como planificar, organizar, concentrarse y memorizar. Los efectos, incluida la baja en los niveles de estrés, perduraron por semanas.

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Los expertos recalcaron que muchas terapias tradicionales impartidas por las universidades son similares a las clases donde los estudiantes “escuchan a un experto, ven presentaciones de diapositivas y toman notas”. “Este tipo de talleres son menos efectivos para quienes tienen dificultades”, señalaron.

Con sus nuevos descubrimientos el equipo busca resaltar la importancia de los programas de interacción humano-animal los que permiten que los estudiantes con problemas “se relajen mientras hablan y piensan sobre sus factores estresantes”.

El estudio completo fue publicado en la revista científica AERA Open.