Estudio afirma que el abuso de los esteroides disminuye la fertilidad en los hombres

Los esteroides anabólicos son una forma sintética de testosterona y su abuso se da frecuente entre personas que desean aumentar su masa muscular o desean mejorar su rendimiento atlético, ya que se vende sin receta.

Entre los efectos secundarios conocidos es que los hombres padecen de crecimiento de senos, caída del cabello, los testículos se encogen y paradójicamente presentan un bajo nivel de testosterona.

Los expertos indican que las personas pueden sufrir de hipogonadismo, esto quiere decir que el deseo sexual presenta una disminución, presentan un bajo recuento de espermatozoides y erecciones deficientes.

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Según un último estudio de investigadores escandinavos, indicó que pese a que dejen de abusar de los esteroides, años después puede persistir un daño en la función testicular.

El equipo estudió a 132 voluntarios, entre 18 a 50 años, los cuales fueron vividos en tres grupos:

• 46 personas que actualmente utilizan esteroides anabólicos
• 42 ex usuarios de esteroides. (32 meses que no lo consumen)
• 44 voluntarios que nunca había utilizado esteroides

Los resultados identificaron que en el primer grupo, el factor 3 similar a la insulina en suero (INSL3), marcador biológico de la función testicular de células de Lyding, se suprimieron en comparación a los otros grupos.

Sin embargo, en comparación a los que nunca consumieron esteroides, los ex usuarios presentaron concentraciones de INSL3 más bajas: 0,39 frente a 0,59 microgramos por litro.

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Además, indican que cuanto más prolongada fue la duración del consumo de esteroides, menores niveles de INSL3 se encuentran.

“Nuestros resultados sugieren una capacidad gonadal deteriorada a largo plazo en usuarios anteriores de esteroides anabólicos“, explicó Jon Rasmussen, investigador principal del estudio y científico de Rigshospitalet en Copenhague, Dinamarca.

Finalmente, indican que para aumentar la capacidad de células de Lyding en los testículos, se debe realizar una terapia que incluye medicamentos utilizados para bloquear la producción de estrógeno o su conversión en testosterona.

El estudio fue publicado en la revista The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.